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miércoles, 13 de abril de 2011

ASESOR:
M.E. GUADALUPE GÓMEZ DE LA CRUZ

PARTICIPANTE:
PROFRA. KARLA IVETTE RENDÓN CONDE

ENSAYO
“LA EDUCACIÓN HOLÍSTICA”

H. Cárdenas, Tab., Abril del 2011.

La sociedad avanza y cambia vertiginosamente, los sujetos que vivimos en ella nos desconcertamos ante los fenómenos que presenciamos y que jamás los imaginamos, sin embargo aquí estamos, plantados en una realidad y necesitados de generar discursos que, en primera instancia, nos ayuden a ubicarnos como verdaderos sujetos sociales, no como objetos de la sociedad. En sí, todas las cosas que estamos viviendo obligan a pensar que cualquier actividad social que se ejerza debe hacerse bajo la modalidad de la alternancia, ya que sólo así podemos contrastar lo que institucionalmente se programa con lo que realmente se requiere.

Por ello educar o promover la educación resulta una verdadera odisea; sin embargo, pensar en un mecanismo que favorezca al proceso educativo no resulta tan difícil si lo hacemos con una visión holística. La palabra holismo viene del griego “holo” significa todo, “ístico” significa relación. Ese tipo de educación no es una «estructura curricular», ni una «metodología determinada»; es un conjunto de proposiciones donde la educación es una relación humana dinámica, abierta, capaz de cultivar una conciencia crítica de los muchos contextos en la vida de los educandos: moral, cultural, ecológico, económico, tecnológico, político, etc., con esta educación se comprende que todas las personas poseen vastos potenciales múltiples, la inteligencia humana de los estudiantes se expresa por medio de diversos estilos y capacidades, el pensamiento holístico incluye modos de conocer intuitivos, creativos, físicos y en contexto, se considera que el aprendizaje es un proceso que dura toda la vida, y que todas las situaciones de vida pueden facilitar el aprendizaje, el aprendizaje es tanto un proceso interno de descubrimiento propio como una actividad cooperativa, es activo, con motivación propia, que presta apoyo y estímulo al espíritu humano.

En consecuencia, debemos acceder a una práctica educativa diferente a la tradicional, para romper con el paradigma científico mecanicista, basándonos en principios de comprensión de la realidad tales como la unidad, totalidad, desarrollo cualitativo, transdisciplinariedad, espiritualidad y aprendizaje.

Cuando hablamos de la educación holística, esto implica promover un nuevo tipo de educación, la que debería dar pauta para favorecer el desarrollo integral y global del educando, dejar a un lado las actitudes autoritarias y violentas de parte de los actores educativos-maestros, padres de familia, directivos, etc., en sí, concebir al alumno como un sujeto que en ciertas ocasiones refleja malas acciones que no puedan ser vistas como malas intenciones. En la educación holista, aprender es un concepto que adquiere una connotación especial, difiere mucho del concepto que se tiene en la educación mecanicista, desde la educación holista, «aprender es un proceso que implica muchos niveles de la conciencia humana como el afectivo, físico, social y espiritual, rebasando por completo lo puramente cognitivo y memorístico. “Aprender se convierte en proceso creativo y artístico; aprender a aprender es el propósito de esta educación”.

La educación holística no solo forma al individuo de manera integral, también debe estar acompañado de una mente abierta, capaz de visionar el cosmos y la unión de este con el universo, aquí se vincula la complejidad donde todo necesita de cada una de sus partes y estas del todo; es una relación abierta y unificadora, capaz de concebir el conocimiento, la persona y su entorno como un todo. El holismo pone énfasis en el desafío de crear una sociedad sustentable, justa y pacífica en armonía con la Tierra y sus formas de vida. Implica sensibilidad ecológica, respeto profundo tanto por las culturas indígenas como por las modernas, así como por la diversidad de las formas de vida del planeta, trata de expandir la manera en que nos vemos a nosotros mismos y a nuestra relación con el mundo, celebrando nuestro potencial humano innato: lo intuitivo, emotivo, físico, imaginativo y creativo, así como lo racional, lógico y verbal.
La educación holística reconoce que los seres humanos buscan significación, no solamente datos o destrezas, como aspecto intrínseco de un desarrollo completo y sano. Creemos que sólo seres humanos sanos y realizados pueden crear una sociedad sana. La educación holística cultiva las aspiraciones más altas del espíritu humano.
El educador holístico, apoya al alumno y lo respalda, le sugiere caminos, le muestra rumbos y posibilidades, le plantea alternativas, nuevos desafíos, lo estimula en la búsqueda de información, y lo confronta en los momentos de desánimo, dificultad y cansancio, este tipo de docente ya no es quien tiene la mayor cantidad de conocimientos adquiridos y saberes profundos, es capaz de conjugar el conocimiento con una adecuada estructura pedagógica, que le permite llegar a clases para responder a las múltiples interrogantes de sus alumnos, jugar y propiciar interacción con el conocimiento.
Finalmente considero que lo importante de la práctica pedagógica, vista desde la perspectiva holística, es que no permite la comparación entre los sujetos ya que dicha comparación entorpece el aprendizaje, fomenta el desinterés por el estudio y destruye la autoestima del individuo, si como docentes evitamos este tipo de acciones, entonces crearemos en nuestros alumnos una cultura de ganadores-ganadores, no solo cultivaremos la parte intelectual, sino la parte humana, sobre en estos tiempos tan modernos y acelerados que estamos viviendo.

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