Buscar este blog

sábado, 2 de abril de 2011

Historia de la ciencia

PARICIPANTE: PROFR. FIDEL EMETERIO OSORIO MÉNDEZ. FACILITADOR: PROFR. M.C. GUADALUPE GÓMEZ DE LA CRUZ.
SEDE: CENTRO DE MAESTROS 2708.


MARZO 2011.
Historia de la ciencia

INTRODUCCIÓN

Los seres humanos nos hemos enfrentado siempre al reto, teórico y práctico a la vez, de aumentar nuestros conocimientos y de transformar la realidad circundante y así hemos ido acumulando saberes sobre el entorno en el que vivimos. Este conjunto de conocimientos que las personas tenemos sobre el mundo, así como la actividad humana destinada a conseguirlos, es lo que denominamos ciencia (deriva del latín "scire" que significa: saber, conocer; su equivalente griego es "sophia", que significa el arte de saber). No obstante el título de ciencia no se puede aplicar a cualquier conocimiento, sino únicamente a los saberes que han sido obtenidos mediante una metodología, y los diversos métodos, y cumplen determinadas condiciones.
Entendemos por conocimiento el saber consciente y fundamentado que somos capaces de comunicar y discutir; se corresponde con el término griego "episteme" y se distingue así del conocimiento vulgar o "doxa" que es simplemente recordado y que no podemos someter a crítica. Actualmente se considera que el conocimiento es un proceso, en oposición a la consideración de la filosofía tradicional que lo concebía como algo estático (las formas inmanentes pero permanentes de Aristóteles, el idealismo cartesiano, la teoría de la armonía preestablecida de Leibnitz, las categorías a priori de Kant...). Así lo que caracteriza a la ciencia actual no es la pretensión de alcanzar un saber verdadero sino, como afirma Popper , la obtención de un saber riguroso y contrastable: "La ciencia debe conseguir estructurar sistemáticamente los conocimientos en función de unos principios generales que sirven de explicación y poseen a aquéllos, dando una coherencia general y claridad inexistente anteriormente"
La ciencia actual, sin duda, muestra profundas mutaciones. Diversos pensadores cuestionan los postulados tradicionales de la argumentación científica y sus pretensiones de conocimiento universal de la realidad (Jara Males, 1998). Podría decirse...
La historia de la ciencia es el campo de la historia que estudia el desarrollo temporal de los conocimientos científicos y tecnológicos de las sociedades humanas. Este campo de la historia también estudia el impacto que la ciencia y la tecnología han tenido históricamente en la cultura, la economía y la política.
La ciencia es un cuerpo de conocimiento empírico y teórico, producido por una comunidad global de investigadores que hacen uso de técnicas específicas para observar y explicar los fenómenos de la naturaleza, bajo el nombre de método científico. La historia de la ciencia recurre al método histórico tanto de la historia intelectual como de la historia social.


DESARROLLO
El presente ensayo tiene la finalidad de dar a conocer la importancia que tiene la ciencia para la humanidad y progreso, así como investigadores de la antigüedad y actuales que han participado en el desarrollo de la ciencia hasta nuestra actualidad. La mayor parte del estudio de la historia de la ciencia ha sido dedicado a responder preguntas sobre lo que es la ciencia, como funciona, y si esto expone el modelo a gran escala y con tendencias. Grandes pensadores de diversas épocas han mencionado que la ciencia es la transformación del mundo que nos rodea para el mejoramiento social de la humanidad, ya que una ciencia utilizada para un fin positivo será de beneficio para los seres humanos y su progreso o para su destrucción. La historia de la ciencia ha alcanzado una buena parte de su madurez de su objetivo y de su método, gracias a los aportes de brillantes historiadores, filósofos y sociólogos de la ciencia. Para citar los más relevantes se pueden señalar los siguientes historiadores con algunas de sus obras:
• HIPOCRATES DE COS (IV a.C) La tradición considera a Hipócrates, el autor de una suerte de enciclopedia médica cuyo contenido postula que la enfermedad es consecuencia de un desequilibrio entre los humores líquidos del cuerpo, esto es, la sangre, la flema y la bilis amarilla o cólera y la bilis negra o melancolía, teoría que desarrollaría más tarde Galeno y que será hegemónica en la medicina hasta tiempos de la Ilustración. La concepción del cuerpo para la escuela hipocrática es la de una totalidad, y considera que los síntomas deben observados en detalle. También es necesario considerar la historia clínica del paciente.
• Francis Bacon (1561-1626) - METODOLOGIA CIENTIFICA El mérito de Bacon es, sin lugar a dudas, el haber luchado por la aplicación práctica del conocimiento científico, dando lugar al desarrollo de la tecnología en función de una mejor calidad de vida para la humanidad. Entre otros autores actuales que también tienen relevancia en sus investigaciones y que se mencionaran mas adelante.
En la sociología de la ciencia, en particular, se han enfocado los caminos en los que los científicos trabajan, mirando estrechamente los caminos que "producen" y "construyen" el conocimiento científico. Desde los siglo pasados, una tendencia común en los estudios de la ciencia (el estudio de la sociología y la historia de la ciencia) han querido acentuar " el componente humano " dentro del conocimiento científico, y la opinión sobre qué datos científicos son evidentes, sin valor, y sin contexto.
Una de las causas principales de preocupación y controversia en la filosofía de la ciencia ha sido la de preguntarse sobre la naturaleza "del cambio de teoría" en la ciencia. Tres filósofos en particular, son los que representan los pilares principales de este debate: Karl Popper, quien argumentó que el conocimiento científico es progresivo y acumulativo; Thomas Kuhn, quien argumentó que el conocimiento científico se mueve gracias a la "Revolución científica" y no es necesariamente progresiva; y Paul Feyerabend, quien argumentó que el conocimiento científico no es acumulativo o progresivo, y que no puede haber problema de demarcación en términos de método entre la ciencia y cualquier otra forma de investigación.
CONCLUSIÓN.
La ciencia no es perfecta, eso lo sabemos. No se trata de una práctica que de soluciones perfectas e instantáneas, no actúa como una revelación mística en la que el conocimiento se vuelve accesible y comprensible por arte de magia. Para adquirir conocimiento científico se requiere esfuerzo y dedicación y algo más relevante una concientización científica del buen uso de la ciencia para la mejora de su estructura política, social, e ideológica. Tal vez sea esta característica que hace posible una ciencia que avanza para la mejorar y no para destruir al mismo ser.
Y sin embargo a pesar de hacernos la vida más cómoda, a pesar de alargar la esperanza de vida y a pesar de satisfacer la curiosidad intrínseca del ser humano la ciencia esta denostada por la sociedad. La ciencia nos permite saber cómo es y cómo funciona el universo entero, desde la más recóndita galaxia, hasta la partícula subatómica más pequeña de la que estamos hechos.
Si la cultura es conocimiento, entonces la ciencia no es una parte marginal de la misma sino más bien su máximo exponente, debemos defender el valor cultural de la ciencia para que ocupe el lugar que la corresponde en esta sociedad que tanto le debe. El valor cultural de la ciencia se está empezando a volver imprescindible para desenvolvernos bien en el mundo que estamos creando. La ciencia, como ya hizo antaño con la revolución copernicana, está volviendo a cambiar nuestra concepción del mundo y de nosotros mismos con lo que tal vez podríamos llamar la revolución genómica.
También estamos acostumbrados a escuchar aquello de que todas las opiniones son respetables. ¿Qué quiere decir con respetables? ¿Quiere decir que no podemos hacer crítica? Si esto es así, si no podemos criticar ni debatir las opiniones ¿cómo vamos a avanzar en nuestro conocimiento? Y lo que es más importante ¿cómo vamos averiguar si estamos equivocados? Se suele decir que esto es democrático. Pero lo que caracteriza a la democracia es el debate abierto y la crítica entre los que sustentan distintas opiniones. Hay que respetar a todas las personas, no a todas las opiniones. Si alguien dice que la Tierra es plana, podemos argumentar en contra de su opinión, podemos darle pruebas de que está equivocado. Lo que no podemos hacer es insultarle. Una cosa es criticar una opinión y otra muy distinta faltar al respeto a nuestro interlocutor. Si queremos ser personas responsables, una de las cosas que debemos aceptar es que todo conocimiento es provisional, que podemos estar equivocados, y que las ideas y opiniones están para ser debatidas y criticadas. No para encerrarnos en ellas y creernos en posesión de la verdad sagrada.
La ciencia no es esa cosa tan fría, que nos quieren vender algunos intentando hacernos creer que es una actividad de personas sin sentimientos. Más bien es al contrario, hay que sentir fascinación por el mundo para intentar entenderlo y además se requiere valentía para actuar como lo hacen los científicos, pues cuando tienen alguna hipótesis lo que hacen es exponer dicha hipótesis a la crítica de sus compañeros de profesión con el fin de saber si están en lo correcto, o no. A veces esto puede ser duro, puede que a algún científico le cuesta reconocer que está equivocado, pero no suele ser la norma. La ciencia no es efectiva porque los científicos estén dotados de una racionalidad sobre humana sino porque tienen el valor de someter sus ideas a la crítica intersubjetiva de sus compañeros.
La ciencia nos ha enseñado cosas sorprendentes que nos mueven a la reflexión sobre el universo pero también nos conduce a la reflexión sobre nosotros mismos. Haciendo ciencia hemos aprendido que estamos hechos de átomos, que dichos átomos se formaron en la primera generación de estrellas que poblaron el universo, cuando dichas estrellas explotaron vertieron al espacio los átomos que se habían estado formando en su interior debido a las reacciones termonucleares que las hacen brillar. De los restos de algunas de esas estrellas se formaron lo que hoy día llamamos el Sistema Solar. Así pues, los planetas como la Tierra como también los seres vivos que habitan en él están formados por los restos de las primeras estrellas. Somos sustancia estelar capaz de reflexionar sobre las estrellas. Esto lo hemos aprendido haciendo ciencia ¿Acaso hay alguien que de más?
Decía Kant que una de las mejores formas de alcanzar la liberación del ser humano es a través del conocimiento, esto se vuelve particularmente cierto en el caso de la ciencia. Pues es la única llave cultural de la que dispone la humanidad para librarse de los grilletes de la superstición.

Y sin embargo a pesar de hacernos la vida más cómoda, a pesar de alargar la esperanza de vida y a pesar de satisfacer la curiosidad intrínseca del ser humano la ciencia esta denostada por la sociedad. A cualquiera se le recriminaría y con razón, no saber quien escribió 'El Quijote', en cambio todo el mundo puede decir barbaridades en lo que a la ciencia se refiere y aquí no pasa nada. Pero la ciencia también es cultura. La ciencia nos permite saber como es y como funciona el universo entero, desde la más recóndita galaxia, hasta la partícula subatómica más pequeña de la que estamos hechos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario